19 nov 2009

PRESENTACIÓN DE LOS TALLERES.-


Los Talleres de la Esperanza no son una invitación al sufrimiento, sino, hacernos a través del dolor, fuertes, libres y comprensivos cuando inevitablemente llegan.El dolor y el sufrimiento se presentan en cualquier momento de nuestras vidas, llega sorpresivamente, aplasta con una fuerza inimaginable, nos derrumba, a muchos los aísla, entonces, surgen muchas preguntas, vienen los cuestionamientos, nos sentimos incomprendidos. Por eso, la Iglesia se ha preocupado de crear esta instancia en donde se acoge y acompaña a las personas que pasan por algún dolor y sufrimiento que los llevará a comprenderlo, a aceptarlo y a vivirlo con Cristo. Bien dice Santa Teresa de los Andes “a la sombra de la cruz, todo sufrimiento se aliviana”.

Este proceso, se compone de 4 grandes Talleres, con 4 sesiones por Taller y que dura aproximadamente 8 meses.
EL PRIMER TALLER, consiste en identificar el dolor en todas sus formas de expresión, como : pérdida de un ser querido, conflictos matrimoniales, abandono, enfermedad, soledad, separaciones, pérdida del trabajo, frustraciones, discapacidades, etc., para efectuar un proceso de sanación que permita a las personas emerger del dolor y sufrimiento que les embarga.Primer Encuentro: “Emergiendo del Dolor”, en donde cada participante comparte sus experiencias de dolor y sufrimiento que les aqueja. Se trata de identificar los sentimientos y emociones que le invaden.Segundo Encuentro: “Identidad”, reflexionamos sobre la propia identidad y que muchas veces ha quedado quebrada, ¿Quién Soy?, ¿Cuál es nuestra Imagen e Identidad?. Tratamos de descubrir nuestra propia identidad a través de una reflexión profunda de lo que es el ser humano y que ha sido creado por Dios a su Imagen y Semejanza y apoyados por dinámicas que nos ayudan a descubrir nuestro interior.Tercer y Cuarto Encuentro: “Autoestima y Autovaloración”, revisamos las condiciones de autoestima y autovaloración en que estamos, nuestro propio valer.Sabemos que la autoestima influye en las acciones de nuestra vida, ésta afectará positivamente o negativamente nuestros sentimientos y el grado de aceptación consigo mismo, sobre todo, en los momentos de dolor y sufrimiento.Si nuestra estima es baja, vienen las inseguridades, el desequilibrio emocional que conlleva a enfermedades, tanto corporales como síquicas. Por ello, la gran importancia de trabajar y potenciar nuestra identidad, conocernos y aceptarnos.


EL SEGUNDO TALLER, consiste en entregar una visión sobre la realidad existencial de la soledad en el ser humano y como afecta a las personas principalmente en situaciones dolorosas.Los cuatro encuentros de este Taller están enfocados a revisar los distintos tipos de Soledad que afectan la realidad existencial de las personas, como ésta agrava las situaciones de dolor y sufrimiento. Este Taller nos prepara para transformar la “Soledad” en un “elemento positivo para nuestra vida, nos ayuda a comprender que la única solución válida ante la Soledad Negativa que es destructora, es la fe, la oración, la reflexión personal, la comunión plena con Dios.Este Taller, también nos prepara para abordar el tercer Taller sobre “El Perdón”, ya que necesariamente debemos experimentar la Paz y el Amor del Espíritu de Dios. 

EL TERCER TALLER, consiste en reflexionar sobre los procesos de dolor que afectan a las personas cuando han sido objeto de situaciones de ofensas, agravios y la necesidad de vivir un proceso de “Perdón”. Se trata de llevar a las personas a comprender que el “Perdón” es un proceso progresivo que conlleva a la sanación y a la paz del corazón.Sin Perdón, la persona queda atada a una situación pasada, no hay independencia racional ni emocional y hace que la persona actúe en forma condicionada.Son cuatro encuentros en este Taller, en las cuales vamos descubriendo todo lo que tenemos negativo que nos impide amar y comprender y no quedarnos solamente en la intención de perdonar, sino con el Perdón del Corazón en Paz. Este proceso solamente podemos lograrlo por medio de la oración, meditación, ejercicios espirituales y la Gracia de Dios. 



EL CUARTO TALLER, consiste en ayudar a comprender los efectos que se producen en los Hijos por las dificultades a causa de la realidad familiar que se vive y también en las situaciones del Nido Vacío. En este Taller nos vamos dando cuenta como influye en los hijos nuestra forma de vivir las crisis y sufrimientos.Todos los encuentros van dirigidos a revisar la situación de los hijos en sus distintas edades y proceso de formación de su personalidad. Se entrega a los Padres elementos importantes para mantener una adecuada relación de ayuda con los hijos de acuerdo a su forma de ser y finalmente prepararnos para cuando los hijos crezcan y vuelen del nido.Todos estos Talleres van unidos a los testimonios de los Monitores como de los integrantes del grupo, en donde se reflexiona la Palabra de Dios, momentos de oración y reflexión, dinámicas de trabajo e iluminación de cada tema. Todo este proceso se debe hacer en un marco de confianza, reserva de los testimonios, respeto y escucha, tolerancia y comprensión y por sobre todo sin emitir juicio sobre las personas y sus situaciones particulares.


Se desarrollan diferentes actividades,en todas las areas :


  • Formacion:Cursos,preparaciones de temas,Lectio Divina.
  • Espiritualidad:Retiros,Misas,Oracion,etc.
  • Fraternidad: Encuentros Parroquiales  y diocesanos donde se comparte con todos los integrantes de los talleres y comunidades de vida.
  • Solidaridad:Visitas a hogar de ancianos,almuerzos fraternos,compartir alimento,etc.



ASÍ, ES JESÚS PARA TI




 



Amigo: amigo sincero. Que no ha venido para ser servido sino para servir. Repara en el lavatorio de los pies. Jn. 13, 1-11 



Compañero: Compañero de viaje. Camina en nuestro grupo. Y está hasta la meta con nosotros. ¿Quieres ver lo que fue para los dos de Emaus. Lc. 24, 13-35





 Hermano: ésta fue su misión: hacernos hermanos para el Padre nos reconociese en él. Lee la bella oración de Jesús en la última cena. Jn. 17, 6-26







 Vida: es la vida. Tu vida. Vuestra vida. Porque Jesús ha venido para que tengáis vida. A Zaqueo le da una vida nueva. Lc. 19,1-10 





Resurrección: ¿Y si alguno de vosotros ha muerto en la juventud? Jesús se aproxima a los hombres, como a Lázaro, para devolverles la vida. Jn. 11, 1-16 



Camino: el que precisas ahora para orientar tu vida. Camino para llegar al Padre. Jn.14, 1-11





Verdad: tu verdad. Por la que vives. Por la que luchas. La que te hará libre. Jesús es la verdad sin tapujos. Nicodemo le busca. Jn. 3, 1-21







 Vid: y nos dice que permanezcamos unidos a Él como sarmientos para dar fruto, para vivir en su amistad, en su Gracia. Jn. 15, 1-11 





Alegría: Alegraos que he resucitado y vivo entre vosotros. Es su mensaje al manifestarse a María Magdalena. Jn. 20, 11-18 



Amor: es el amor. Nadie tiene mayor amor que aquél que da su vida por sus amigos como él lo hizo en la cruz. Mt. 27, 23-24





Gozo: es el gozo. Un manantial de agua viva a saltar dentro de nosotros. Como Pedro se lanza al agua al saber que era Jesús. Jn. 21, 4-8





·Roca: el apoyo, el firme que buscas para tu inseguridad. Como los apóstoles en la tempestad. Mc. 4, 35-41





 Luz: la luz misma. Porque ha venido al mundo a traerle la luz. A que caminemos como hijos de la luz. Repara en el ciego de nacimiento. Jn. 9, 1-41





 Paz: mi paz os dejo, mi paz os doy. Paz aún para aquel que si no veía no creía: Tomás. Jn. 20, 24-25





Esperanza: os enviaré un abogado para que os defienda: el Espíritu de mi Padre. Jn. 14, 15-17





Pascua: por él hemos pasado de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, de las tinieblas a la luz. Mt. 27, 50





Libertad: somos libres porque nos ha hecho hijos. Y tenemos que liberarnos de tantas cosas como el hijo pródigo. Lc. 15, 11-32





Luchador: Vencedor glorioso, que probó la tentación como nosotros, en el desierto. Mt. 4, 1-11





 Hijo: es el hijo del amado, y nosotros en él. Así lo manifiesta el Padre en la transfiguración. Mt. 17, 1-1





Salvación: hemos sido sepultados y resucitados en su muestre y resurrección. Como buen Pastor ha dado su vida por nosotros. Jn. 10, 1-16





Fuente: y nos dice que el que tenga sed que venga a él y beba. Agua viva como lo fue para la Samaritana. Jn. 4, 5-38





 Pan: pan y vino, alimento de nuestro camino, fortaleza para el caminante. Así nos da la Eucaristía. Mt.26, 26-2





Perdón: nuestro perdón de cada día, como lo experimentó la mujer que fue sorprendida en adulterio. Jn. 8, 1-1





Dios: Dios con nosotros, Dios hecho Hombre, nuestro. Lc. 2, 1-20






18 nov 2009

Quienes somos





Sabemos que la experiencia humana más desconcertante de todas es el dolor, porque nos golpea como una fuerza destructora de todo aquello que da sentido a nuestra existencia: la felicidad, el amor, la vida misma.
El dolor desmorona sueños, remece convicciones, despierta dudas, también en el plano religioso; pues nos cuesta conciliar su existencia con la de un Dios con rostro de Padre bueno.
Sin la FE, el problema del dolor y del mal no tiene respuesta. Jesucristo es el único que ilumina este misterio, cuando nos habla del grano de trigo que muere para que surja la espiga (Jn. 12,24-25), nos da ya una primera pista; mostrándonos que ciertos procesos destructivos pueden estar al servicio de la vida.
Jesús, el maestro paciente y humilde nos hace descubrir a través de la cruz, la misericordia de Dios “vengan a mi los que se sienten cargados y agobiados, porque yo los aliviaré” (Mt. 11, 28), nos invita amorosamente a seguirlo, nos dice que “no les quitaré la carga, sino que al imponerles mi yugo, les daré el medio de llevar la carga”.
En su exhortación apostólica Familiaris Consortio, el Papa Juan Pablo II despliega todo el abanico de situaciones conflictivas y dolorosas en que pueden encontrarse las personas (adultos y jóvenes), lo hace con la intención de invitar a los católicos a ofrecerles una ayuda eficaz a través de la Iglesia (actividad pastoral). Atendiendo a las palabras del Santo Padre y viendo la realidad de las personas y las familias en el día de hoy, se ha creado en nuestra Arquidiócesis la Pastoral de la Esperanza.



 Los Talleres de la Esperanza no son una invitación al sufrimiento, sino, hacernos a través del dolor, fuertes, libres y comprensivos cuando inevitablemente llegan.

El dolor y el sufrimiento se presentan en cualquier momento de nuestras vidas, llega sorpresivamente, aplasta con una fuerza inimaginable, nos derrumba, a muchos los aísla, entonces, surgen muchas preguntas, vienen los cuestionamientos, nos sentimos incomprendidos. Por eso, la Iglesia se ha preocupado de crear esta instancia en donde se acoge y acompaña a las personas que pasan por algún dolor y sufrimiento que los llevará a comprenderlo, a aceptarlo y a vivirlo con Cristo. Bien dice Santa Teresa de los Andes “a la sombra de la cruz, todo sufrimiento se aliviana”.

Este proceso, se compone de 4 grandes Talleres, con 4 sesiones por Taller y que dura aproximadamente 8 meses.

EL PRIMER TALLER, consiste en identificar el dolor en todas sus formas de expresión, como : pérdida de un ser querido, conflictos matrimoniales, abandono, enfermedad, soledad, separaciones, pérdida del trabajo, frustraciones, discapacidades, etc., para efectuar un proceso de sanación que permita a las personas emerger del dolor y sufrimiento que les embarga.

Primer Encuentro: “Emergiendo del Dolor”, en donde cada participante comparte sus experiencias de dolor y sufrimiento que les aqueja. Se trata de identificar los sentimientos y emociones que le invaden.

Segundo Encuentro: “Identidad”, reflexionamos sobre la propia identidad y que muchas veces ha quedado quebrada, ¿Quién Soy?, ¿Cuál es nuestra Imagen e Identidad?. Tratamos de descubrir nuestra propia identidad a través de una reflexión profunda de lo que es el ser humano y que ha sido creado por Dios a su Imagen y Semejanza y apoyados por dinámicas que nos ayudan a descubrir nuestro interior.

Tercer y Cuarto Encuentro: “Autoestima y Autovaloración”, revisamos las condiciones de autoestima y autovaloración en que estamos, nuestro propio valer.
Sabemos que la autoestima influye en las acciones de nuestra vida, ésta afectará positivamente o negativamente nuestros sentimientos y el grado de aceptación consigo mismo, sobre todo, en los momentos de dolor y sufrimiento.
Si nuestra estima es baja, vienen las inseguridades, el desequilibrio emocional que conlleva a enfermedades, tanto corporales como síquicas. Por ello, la gran importancia de trabajar y potenciar nuestra identidad, conocernos y aceptarnos.
EL SEGUNDO TALLER, consiste en entregar una visión sobre la realidad existencial de la soledad en el ser humano y como afecta a las personas principalmente en situaciones dolorosas.

Los cuatro encuentros de este Taller están enfocados a revisar los distintos tipos de Soledad que afectan la realidad existencial de las personas, como ésta agrava las situaciones de dolor y sufrimiento. Este Taller nos prepara para transformar la “Soledad” en un “elemento positivo para nuestra vida, nos ayuda a comprender que la única solución válida ante la Soledad Negativa que es destructora, es la fe, la oración, la reflexión personal, la comunión plena con Dios.

Este Taller, también nos prepara para abordar el tercer Taller sobre “El Perdón”, ya que necesariamente debemos experimentar la Paz y el Amor del Espíritu de Dios.

EL TERCER TALLER, consiste en reflexionar sobre los procesos de dolor que afectan a las personas cuando han sido objeto de situaciones de ofensas, agravios y la necesidad de vivir un proceso de “Perdón”. Se trata de llevar a las personas a comprender que el “Perdón” es un proceso progresivo que conlleva a la sanación y a la paz del corazón.

Sin Perdón, la persona queda atada a una situación pasada, no hay independencia racional ni emocional y hace que la persona actúe en forma condicionada.

Son cuatro encuentros en este Taller, en las cuales vamos descubriendo todo lo que tenemos negativo que nos impide amar y comprender y no quedarnos solamente en la intención de perdonar, sino con el Perdón del Corazón en Paz. Este proceso solamente podemos lograrlo por medio de la oración, meditación, ejercicios espirituales y la Gracia de Dios.

EL CUARTO TALLER, consiste en ayudar a comprender los efectos que se producen en los Hijos por las dificultades a causa de la realidad familiar que se vive y también en las situaciones del Nido Vacío. En este Taller nos vamos dando cuenta como influye en los hijos nuestra forma de vivir las crisis y sufrimientos.

Todos los encuentros van dirigidos a revisar la situación de los hijos en sus distintas edades y proceso de formación de su personalidad. Se entrega a los Padres elementos importantes para mantener una adecuada relación de ayuda con los hijos de acuerdo a su forma de ser y finalmente prepararnos para cuando los hijos crezcan y vuelen del nido.
Todos estos Talleres van unidos a los testimonios de los Monitores como de los integrantes del grupo, en donde se reflexiona la Palabra de Dios, momentos de oración y reflexión, dinámicas de trabajo e iluminación de cada tema. Todo este proceso se debe hacer en un marco de confianza, reserva de los testimonios, respeto y escucha, tolerancia y comprensión y por sobre todo sin emitir juicio sobre las personas y sus situaciones particulares.

16 nov 2009

María medita conmigo ...contigo


Hijo mío, hija querida, ¿has visto la mirada de Jesús? Te pregunto esto  porque mi Hijo tiene muchas miradas, todas de amor, miradas especiales para ti según las circunstancias en tu vida.
Cuando sufres, estés preocupado o triste, nunca te creas solo u olvidado, aún si tus sentimientos humanos te lo aseguren. Jamás lo dudes: Jesús está contigo y si no te concede un consuelo visible en ese momento, confía en su sabiduría con todas tus fuerzas y une tus sufrimientos a los Suyos ofreciéndolos al Padre Celestial.

Recuerda que El sufrió en la cruz el abandono de casi todos. El sabe lo que es sufrir y esperar... Yo asistí a la crucifixión porque quería consolarlo, aunque yo misma me sentía morir. Pero mi Jesús me miró con esa mirada Suya y a pesar de las profundidades inexplicables de Su sufrimiento, se situó en mi alma y compartimos juntos mi dolor, cuando El era quien moría. Esa es Su naturaleza: el amor.

Cuando sufres, El se acerca a ti más que nunca, y si tienes la dicha de recibirle en la Eucaristía, tu sufrimiento se perderá en la profundidad de Su Corazón de forma que lo único que verás será a El; en ese momento tu sufrimiento gradable se habrá convertido en El y sólo lo verás a El, como El te mira a ti, incluso en este momento que lees estas palabras. Cuando pecas, Su mirada amorosa está sobre ti, llamándote.

El sufre por tu ausencia en Su Corazón, pero te llama y te seguirá llamando de maneras que no puedes imaginar quiera, a veces evidentes, pero normalmente silenciosas y casi desapercibidas. Su mirada de esperanza te seguirá de día y de noche, con Sus palabras silenciosas a tu oído, llamándote, invitándote a volver, a que regreses al sitio que El ha hecho para ti en Su Corazón.

Su mirada de alegría está sobre ti cuando regresas a El, cuando has hecho algo hermoso por tu prójimo, cuando hablas de El a los demás. Esa mirada Suya llena tu alma sin que te enteres cuando haces un pequeño sacrificio por alguien más, aún si es algo pequeño como dejar de comer un pequeño caramelo o sonreír a alguien que sientes que no lo merece.

Jesús tiene muchas miradas más: de reprensión cariñosa, de emoción al verte venir a Misa, de aliento, de guía ante una situación difícil, de amistad cuando necesitas un amigo, de aprobación cuando eres humilde o Le defiendes, de ánimo cuando te enfrentas a la tentación.

Pero hay una mirada Suya, sin embargo, que hace llorar mi corazón de Madre, hijo mío. Es la mirada que Jesús tiene sobre el alma que se condena. ¿Cómo explicarte todo lo que Jesús hace por esa alma, pero que llega el punto de no poder hacer más cuando ella libremente elige el camino de la perdición?

Jamás sabrás lo que esa tristeza significa para Jesús, ya que El sabe que esa alma fue creada para estar con El por siempre... Pensar que Su sacrificio en la cruz es inútil, pensar que Su Sangre sea sperdiciada por tantas almas... ¡Cuán injusto es para mi pobre Jesús la condenación de un alma! Que esta mirada Suya jamás esté sobre ti, hija mía.

Por eso, nunca te alejes de El, llámame cuando estés en peligro de condenarte y recuerda: si llegaras a pecar, pequeña mía, ten presente que Su Misericordia es mayor que tu pecado y que más Le ofendes no pidiéndole perdón que el pecado cometido en primer lugar. No desconfíes nunca de Su Misericordia pues El es la Bondad misma.

Hijo mío, hija querida, Jesús te ve todo el tiempo; lo sé porque estoy siempre junto a El y por tanto estoy siempre junto a ti, ayudándote aunque no lo notes, para que ames más a Jesús y vivas una vida que sea fuente de alegría para El. El lo vale todo, ¿no te parece, hijo mío?

¿Hay alguna mirada Suya que quisieras sobre ti ahora? Pídemela para que yo se la pida a El junto contigo. Recibe mi mensaje con mi amor de Madre para ti. Soy yo, María, tu Madre del Cielo.



¡Mi vida no es mía!

Si nos ponemos en la piel de María, algo que sorprende es la rapidez con que dice que sí a lo que Dios le pide, la generosidad ante su vocación. ¿Sabes por qué actúa así? Porque es consciente de algo muy importante que muchos no sabemos, o si lo sabemos enseguida lo olvidamos: su vida no es suya. García Morente, filósofo no creyente, se convirtió al darse cuenta de esto. Él lo explica con estas palabras que, aunque no son fáciles, si las lees con atención verás qué interesante:

"Mi vida, los hechos de mi vida, se habían realizado sin mí, sin mi intervención (se refiere al trabajo que tenía, las amenazas que recibió, tuvo que emigrar dejando a su familia .... ). Yo los había presenciado pero en ningún momento provocado. Me pregunto, entonces: ¿Quién pues, o qué era la causa de esa vida, que siendo mía, no era mía? Lo curioso era que todos esos acontecimientos pertenecían a mi vida, pero no habían sido provocados por mí; es decir, no eran míos. Entonces, Por un lado, mi vida me pertenece, pero, por otro lado, no me pertenece, no es mía, puesto que su contenido viene en cada caso producido y causado por algo ajeno a mi voluntad". Sólo encontraba una solución para entender la vida: algo o alguien distinto de mí hace mi vida y me la entrega.

Madre mía, enséñame esta lección: Mi vida es mía y no es mía. Alguien distinto de mí hace mi vida y me la entrega. Yo, con libertad la vivo como quiero, pero hay Otro que me la entrega con un para qué, con un fin, con una misión. Por eso mi vida es mía y es de Dios: somos copropietarios. Mi vida es para Dios, y por Él, para los demás, porque libremente quiero hacer el bien.

Reflexiones


http://www.picnik.com/show/id/6182488170_9D5bt

Reflexión en una Playa
Autor: Hermano Julio Corazao, SM
La vida es nada menos que la existencia en Dios.

Caminar, correr, comer, respirar...no significa VIDA con V mayúscula. Cuando escuches a Dios invitándote a vivir, es decir a participar de su vida...sigue su llamada. Sigue esa llamada a vivir plenamente...pero antes quiero que sepas lo que ello implica.

El camino de la verdadera vida es duro y difícil; porque así como hay alegrías y eres feliz y aclamado por todos por un día, así también, por seguir la VIDA, serás crucificado...es ahí, en esa crucifixión, donde tienen sentido las palabras de Cristo: FELICES LOS POBRES, FELICES CUANDO OS CALUMNIEN, FELICES CUANDO OS INSULTEN EN TODA FORMA, A CAUSA DE MI...porque recibirán una gran recompensa en el cielo. (Mt. 5).

El sentido de la vida, que tiene penas y alegrías nunca lo traiciones: es traicionar a la vida buscar sólo la paz y la alegría cuando para ello hay que sacrificar la verdad...entonces te estás engañando...tendrás una vida mediocre: reirás, pero no con toda tu risa...llorarás, pero no con todas tus lágrimas.

Qué hermoso es reír con toda la risa...llorar con todas las lágrimas...qué hermoso es hacer tanto bien...amar tanto...tratando de imitar la entrega total de Cristo...para luego ser crucificado por esa gente... Y, sin embargo, tal es la vida...ama, busca la verdad, busca a Dios, Él te dará la recompensa...la gente, sólo puede quitarte la vida corporal...

En la vida no puedes ser únicamente materialista...tienes que ser espiritual...El amor es dar. Muchas veces da quien tiene menos. Tienes que ser capaz de transformar simples sueños en deseos, transformar deseos en esperanzas, transformar esperanzas en realidades. Tienes que soñar el sueño imposible...tienes que alcanzar la estrella inalcanzable...tienes que superar la marca insuperable.

Recordemos que es fácil amar en un mundo en el que existe el amor; lo difícil es amar en un mundo malo, lleno de fallas, injusticias, inmoralidades...Pero Dios: "...hace nacer su sol sobre buenos y malos"...y si le amamos a El tenemos que imitarlo.

Sólo en el contexto de una vida que sabe experimentar felicidad y tristeza, que se da a los demás es que el amor cristiano tiene sentido.

Y es por ello, que un grupo de cristianos nos encontramos reunidos en esta casa, en esta playa, para que juntos con Cristo oremos...y que nuestra oración no se limite a simples palabras ahora, sino que también se produzca un cambio real en nuestras vidas...un cambio para vivir la vida verdadera...un cambio para empezar a amar...a Dios...a los seres humanos.